Agapito y María Luisa.

Por: Gerardo Corral Luna.

Don Agapito Vargas Valenzuela, al parecer no fue hijo único de Don Francisco Vargas Del Real y de Matiana Valenzuela García, sino que tuvo al menos dos hermanos, uno de ellos se llamó José Francisco Vargas Valenzuela y el otro Isac Vargas Valenzuela. El mayor de ellos era Isac, que nació el 3 de junio de 1867, pero murió cuando estaba por cumplir su primer año de edad, el 6 de mayo de 1868. De José Francisco no sabemos su fecha de nacimiento, pero es muy probable que fuera gemelo de Agapito, porque fueron bautizados en la misma fecha los dos, en Monte Escobedo Zacatecas el 4 de octubre de 1871.

Agapito Vargas Valenzuela nació el 20 de septiembre de 1871 en Estancia de García del municipio de Monte Escobedo Zacatecas. Su padre era Don Francisco Vargas Del Real, de quien se dice era de Estancia de García, Monte Escobedo Zacatecas, nacido en 1841 y que murió el tres de agosto de 1898. Si los datos que tenemos de Don Francisco son ciertos, y creemos que sí, entonces el señor que venía siendo tatarabuelo de todos los que somos nietos de Delfina o de Martín Vargas Sánchez, tenía 57 años al morir cuando su hijo Agapito había cumplido los veintisiete. Lo curioso del dato es que al parecer no murió de enfermedad alguna, sino de “decrepitud”, así dice en el acta de defunción, lo que quiere decir que murió de ancianidad a los 57 años. Falleció en el rancho del Sauz Tostado, municipio de Colotlán Jalisco. La madre de Don Agapito se llamó Matiana Valenzuela García y era originaria de Estancia de García en Monte Escobedo Zacatecas, nacida en el año de 1846, de ella no sabemos fecha de fallecimiento, pero si sabemos que murió antes que su esposo Francisco.

Se casó Don Agapito con María Luisa Sánchez Madera en El Sauz Tostado, Colotlán Jalisco el día 19 de febrero de 1898 cuando contaban con 27 y 25 años de edad respectivamente. Doña María Luisa era hija de José del Pilar Sánchez y Norberta Madera, nacidos probablemente en 1850 y 1853 respectivamente. Doña maría Luisa tenía por lo menos una hermana llamada Antonia y quizá más que poco a poco iremos descubriendo con la valiosa ayuda de nuestros lectores que seguramente preguntarán a los mayores (Quirino Luna y las hermanas Licha, Carmen y Cecilia).

De Agapito no tenemos fecha de su fallecimiento, pero acaeció a principios de los 50’s. Tampoco de María Luisa tenemos el dato de su fallecimiento.

Cuenta Carmelita Luna Vargas de su abuelo Agapito, que lo recuerda como un viejecito muy bonito y color de rosa de intensos ojos azules que le gustaba mucho cantar, dice que encendía la chimenea y se ponía a cantar con muchas ganas y su esposa María Luisa le decía “ya va a empezar a aullar”.

Ojalá que las nuevas generaciones valoren la importancia de los datos de la historia familiar y les ayude a, incluso entenderse a sí mismos contemplando su origen, las tierras de donde provienen, las fechas en que vivieron, las etapas de la historia. Algunos de los que tenemos datos vivieron en la época de la guerra de Reforma, otros en la de la Revolución. La mayoría se dedicó a la agricultura y en algunas épocas a la minería, pero también sufrieron hambrunas y epidemias de enfermedades, algunos murieron en la etapa de la fiebre española que se dio allá por 1918 y que acabo con una gran cantidad de la población. Hubo caso conocidos de fallecimientos posteriormente por brotes de tos ferina. Poco a poco iremos platicando de esos acontecimientos.

Les pido una mayor participación con comentarios o datos que conozcan. Platicar historias pasadas con nuestros mayores enriquecen la historia familiar. Revivir la historia del pasado le da nueva vida a nuestros antepasados.

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