Sigo aquí

Te doy vida y te doy mi vida;
soy tuya y te hago de mi;
te amo a ti y te amo en mi.

Caminé por la tierra que guarda tus raíces, por ese pequeño mundo entre dos sierras, esos llanos, esos cercos de piedra, ese “camino real” que tanto anduvieron tus pequeños huaraches. Hablé con gentes que como tu tuvieron la misma tierra por cuna, que se criaron en tu mismo ambiente, con valores y costumbres parecidos. Amé a esas personas y supe en ello porqué te he amado a ti y conocí mejor tu forma de amarme.

En lo disminuido de mi salud albergué grandes esperanzas de regresar juntos nuevamente a se pedazo del mundo, en donde viste por primera vez la luz, donde tambaleante aprendiste a dar los primeros pasos y después a levantar el polvo con la carrera de tus juegos.

Me duele en el alma decirte que sí voy a ir contigo, pero no tomados de la mano como habíamos soñado, pero si con mi espíritu en ti, con el ala de mi alma cobijándote, igual que lo hice en vida. Quiero acompañarte ahora, como antes. Quiero seguir en tu vida, quiero ser la fuerza que te ayude a vivir, quiero acompañarte siempre para disfrutar de nuestros hijos y nietos.

Quiero que me sigas dando vida como lo has hecho siempre y como yo quiero seguir haciéndolo contigo, aunque de forma material ya no esté.

Sigo aquí.

Me he tomado la libertad, pidiendo de antemano perdón, de poner palabras en voz de Taide par Domitilo. Sé que no son palabras reales, pero también conozco que ella, en parte las dijo, las sintió y las sigue sintiendo. Mi primo, me ha comunicado mas o menos ese sentir y también me ha dicho que quiere llevar en una urna a su amada Taide a pasear por aquellos llanos que fueron su cuna como le había prometido.

Nos ha conminado Domitilo a que tengamos la “Lunada” de este año en el mes de julio los días diez y once en nuestro «rancho» de Saltillo, Durango y así aprovechar para llevar a Taide

2 comentarios en “Sigo aquí”

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *